sábado, 10 de octubre de 2009

Miedo

Y entonces llega el miedo que todo lo jode.
Miedo a lo que todavía no pasó más que en mi cabeza.
Miedo por los golpes que un día recibí,
aquellos golpes que ya no existen pero que todavía
el miedo alimenta.
Mi cuerpo se envenena lentamente
lentamente va recibiendo su dosis de miedo
y las imágenes no dejan de sucederse
en mi mente,
tal como en una pesadilla
que no quiero abandonar.
Por favor miedo, no me dejes
porque si lo haces entonces
quedaré libre y me es mucho más fácil
ser tu esclava. Sumisa de tus golpes
que tanto me lastiman
Miedo tiránico y despótico
sigues siendo mi dueño,
rompo las ataduras pero no me permito la salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario